viernes, 25 de junio de 2010

Hoy es Viernes


Lo repetía, convencida, una y mil veces, casi enfadada. Yo apenas lo recuerdo pero me lo han contado: “¡Es Viernes, déjame ir al Gran poder que es Viernes!” Y no lo era, era Martes, o Domingo o Miércoles, lo mismo daba, porque era igual de complicado para mi madre hacerle ver que era cualquier día menos el que ella quería.
No voy a hablar de lo duro o triste que es el alzhéimer, no quiero ponerme triste ni poner a nadie así, pero me parece bello recordar que mi abuela, tan devota como era del Señor de Sevilla y su bendita madre, cuando ya empezó a estar afectada por esta enfermedad tuvo al Señor presente. A ratos más lúcidamente, a ratos algo menos, pero siempre presente. Acabó viviendo en un mundo en que todos los días eran un fantástico Viernes en el que ella iba a San Lorenzo…
Hoy es Viernes, hoy Jesús del Gran Poder vuelve a estar en su basílica. Hoy muchos son felices por este hecho, y yo sé que desde el cielo mi abuela Carmen está especialmente contenta, porque lo dicho, hoy es Viernes en San Lorenzo.


Foto: Antonio Sánchez Carrasco

9 comentarios:

Zapateiro dijo...

Y seguirán los viernes en San Lorenzo.
Preciosa entrada, Mercedes.

Antonio dijo...

lo más importante, la vuelta a casa.

por suerte ha sido pronto y no ha dado lugar a que la banda de siempre reclute sus fuerzas para quemar vivo en la hoguera a alguien.....

saludos bravísimo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Fijate si es Gran Poder que ni alzheimer ni senectudes pueden siquiera con su recuerdo.
Preciosa entrada por lo que implica.
Un beso

el aguaó dijo...

Gracias. Muchos necesitabamos una entrada así... tan exquisita y de buen gusto. Tan sutil y emotiva a la vez.

Un beso enorme.

Justa y Rufina dijo...

Estimada Mercedes: me has emocionado con tu entrada ya que tengo el mísmo ejemplo muy cerca. Mi madre con 84 años apenas se acuerda de mi padre, pero sí del Señor, al que nombra asiduamente.

Un abrazo.

Moe de Triana dijo...

Hay maneras y maneras de escribir, cuando se hace con el corazón se palpa y se nota.

Pedazo de texto.

Un saludaso en Gambrinus.

Mercedes Serrato dijo...

Muchas gracias Zapat, y claro que seguirán los Viernes, eso nunca pararía, aunque a más de uno que parece que disfruta con el papel de mártir lo mismo hasta le gustaría…

Callejonero, faltó poco. Gracias a Él que ha sido rápido el regreso.

No cogé ventaja, así es, el que todo lo puede, realmente parece que lo puede todo.

Aguaó, de nada. A veces sólo hay que mirar a las cosas, de forma simple y llana, y no relacionarlas con asuntos tóxicos que nada tienen que ver, sé que también piensas eso.

Justa y Rufina, tu también me has emocionado con tu comentario. Me gusta pensar que ese último resquicio que son capaces de guardar para el Señor de Sevilla nos demuestra que no todo está perdido.

Muchas gracias Moe, de verdad


Besos y abrazos a repartir.

Enrique Henares dijo...

Mi abuela Amalia también fue muy devota del Señor. No obstante fue toda la vida su vecina, porque contados meses fueron los que vivió fuera de San Lorenzo.

Mercedes Serrato dijo...

Mi abuela llegada cierta edad vivió unos años en Barcelona, y luego en el pueblo de mi abuelo. Esto último no era tan duro pues estaba cerca en tren, pero las Semanas Santas que pasó en Barcelona son recordadas por mi madre como las más tristes de la vida de la suya. En unos años sin Internet, ni tanto despliegue radiofónico, menos aún fuera de Sevilla, un instante del Señor en un informativo bastaba para desatar su llanto y que no cesara…
La tuya tuvo suerte de tan buena vecindad.

Kisses

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