jueves, 5 de noviembre de 2009

De pregones y pregoneros


Las quinielas lo cantaban desde hace tanto que ya puede que muchos no contaran con ello. Yo tendría doce años cuando empecé a escuchar que García Barbeito pregonaría desde el Maestranza la Semana Santa de Sevilla. Lo que no sabía es los años que tardaría en que eso llegara. Muchos lo afirmaban este año, y al fin se produjo el nombramiento.

El problema en este tipo de cosas es que todo el mundo opina, pues todo el mundo entiende. Muchos creen que sólo debe ser materia de periodistas o escritores, muchos piensan que profesionales de otras áreas por su condición de cofrades son capaces de ensalzar la Semana Mayor. Siempre hay quien dice que a fulano se le pasó el momento, que mengano tiene escrito el pregón desde hace tiempo, y que al otro, el que toma café con fulano, se lo escribió mengano cuando lo dio hace años ya…
También comienza el análisis a su vida, su trayectoria, otros pregones, comparativas para discernir si estará a la altura… Esta ciudad ingrata, con sus ingratos ciudadanos, se convierte en juez y parte, en exigente público y astuto censor. Se olvida esta urbe, de que alguna vez aplaudió lo fácil, de que en ocasiones se contentó con lo esperable o celebró lo evidente.

Se hacen cálculos de todo tipo, conjeturas y predicciones. Se comienza a entrevistar al pregonero, escudriñando sus palabras, e intentando adivinar que esconde para el atril.
Una misma historia que cada año se repite, con sus ritos, ceremoniales, costumbres… al fin y al cabo, hace no mucho escuché a alguien decir que de cualquier cosa repetida por más de dos años los sevillanos hacemos gala de tradición…

Sendos meses nos quedan hasta que suene Amarguras otra vez por el Paseo Colón, meses para que el pregonero se olvide de los que le precedieron y los que le seguirán, meses para olvidarse del mundo y pensar en lo único que importa, anunciarle a Sevilla la llegada de la Semana Santa, porque todo el mundo en el fondo sabe, que todo lo demás, es eso, lo demás.


Foto: Artesacro

8 comentarios:

Enrique Henares dijo...

Ahora que uno puede hablar libremente de estas cosas, pienso que el detalle del Consejo no ofreciéndole el Pregón de este año al Cardenal ha sido horrible. Y que eso lo diga yo, que en la vida he soportado un cura pregonero tiene delito. Hubiera sido de ley y estoy convencido que un pregón excepcional y distinto.

Aún así, me alegro mucho del nombramiento de Barbeito, una delicia de escritor que a buen seguro nos hará disfrutar enormemente. De lo que no me alegro es de que el gran gurú cofrade, que descubrió la Semana Santa a ciertos neoaficionados a esto, lo considere un triunfo propio (porque a lo peor hasta tiene algo de razón).

Lo del Pregón tiene momentos buenos y muy buenos -por encima de los malos, que desde el día después del nombramiento también los hay, aunque de ellos nunca se hable-, pero estoy convencido que hace quince, veinte, treinta años, cuando la gran mayoría de los cofrades eran señores y lo mediático brillaba por su ausencia debió ser algo aún mejor.

Antonio dijo...

Creo que este pregonero llega en su momento... esto va cuesta abajo y sin frenos y es bueno que venga alguien así.

Habrá años para que venga Fray Carlos a pregonar. También tiene mucho que contar.

Enrique Henares dijo...

Respetaré profundamente el pregón de Barbeito porque es lo que siempre han hecho los cofrades de bien. Es más, estoy convencido de que me gustará, porque aunque su prosa a veces me empalaga me suele transmitir aquello que dice y aún más -qué duda cabe- como lo dice.

Ahora bien, y no porque me toque de lleno tras lo del año pasado -el año anterior tras la misma polémica también lo pensaba así- creo que con la que está cayendo fuera un pregón de la Semana Santa no se puede limitar exclusivamente a lo que algunos piden, y lo dice alguien que no va a Misa los Domingos precisamente. Pregonar la Semana Santa, al menos hoy, no es pregonar la aceituna...

Alzar la voz no quita construir un pregón justo en su duración y ajeno a ciertos ripios que a los no inteligentes (por desgracia a día de hoy más de la cuenta) no les hacen ver más allá de las sombras. Nadie podrá decir que uno no es objetivo, jaja!!

Un abrazo.

Mercedes Serrato dijo...

Bueno, somos pocos por aquí pero buenos, que es lo importante. Como todo el mundo se moja, lo cual agradezco, voy yo. No tengo que mojarme mucho pues no sé porqué, no tengo nada muy radical, ni a favor ni en contra. Como dije en la entrada, vengo escuchando el eco de este pregonero desde hace más de diez años… Tal vez tiene razón Antonio, y es su momento, tal vez Enrique está en lo cierto y habría sido un buen broche de oro para su andadura sevillana y don Carlos lo merecía. Como dice el Callejonero, no es descartable, podrá ser otro año.
Sobre lo que debe contener un pregón, pues no voy a pontificar sobre ello, ya que no soy quien. En mi opinión, que es lo que tengo, el tema central es la Semana Santa, y esta por supuesto existe en un contexto concreto, en esta ciudad, en esta actualidad sociopolítica… Que además de ensalzar la gloria sevillana se toquen otros temas como el compromiso cristiano, la acción social… estupendo, el problema está en que estos aspectos y otros que poco o nada tienen que ver con lo que el pregón requiere, están separados por una finísima línea que a veces es difícil respetar… Y sobre rimas y ripios si que no voy a opinar, porque servidora no es capaz de rimar Sevilla con maravilla así que….

Muchas gracias a los dos.

Enrique Henares dijo...

Uno de los pregoneros más aplaudidos de los últimos tiempos -muy admirado por mí en su faceta profesional- llenó de ripios y de una poesía de bajísimo nivel el Maestranza y la estuvimos padeciendo en cortes radiofónicos toda esa Semana Santa como si fuera salida de la pluma de Murciano o Joaquín Caro.

Otro también muy reciente desgranó sobre el atril una poesía digna de premio Adonais y el que sepa entender que entienda, cuando no había hecho un verso en su vida, ni nunca los volvió a hacer. Silencio total y absoluto, que es amigo de la casa y hay que guardar el secreto ante estos tontos...

Por eso y por otras que me guardo me atrevo a decir aquí mi opinión personal y es que al pregón de mi padre, lejos del contenido social, pienso que le sobró tiempo y -como te digo- algún que otro ripio, entre bastantes poemas muy rematados, integrados en una más que correcta prosa costumbrista y uno creo que después de tantos años por Palos de la Frontera entiende un poquito de estas cosas...

Pd: me callo ya, que a ver si no vamos a ser tan pocos, jaja!!

Moe de Triana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Moe de Triana dijo...

Desde aquí desearle suerte a Antonio que seguro que lo hace de gran categoría, ayyyy Antonio, y ve preparando el antídoto para las picaduras del cofradis viridis invidia que en época de cuaresma andan por cada rincón de la ciudad.


A ve si le pedimos una subvención a la junta pa poner un atril en cada casa y erradicar esta especie.


Un saludaso.

Mercedes Serrato dijo...

Bueno, si empiezo disculpándome por el tiempo que esto lleva aquí colgado no acabo en la vida..



Enrique, aquí ya se puede decir cualquier cosa… esto está más vacío que una sucursal de Lina en Alasca…

La idea de Moe nos ahorraría más de un disgusto seguro, más de uno se desahogaría en su casa y no tendría necesidad de buscar la autorealización en otros lares…


Besos

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